“Debemos usar distintas estrategias de pensamiento visible para apoyar a estudiantes en el desarrollo de su aprendizaje y de su identidad”

La vuelta a clases presenciales durante el presente año ha traído importantes desafíos para las comunidades educativas entre los que se encuentran, principalmente, la convivencia escolar y la necesidad de alcanzar aprendizajes no logrados durante los años de pandemia.

Hoy, por tanto, es clave fomentar la colaboración, el desarrollar relaciones positivas y, sobre todo, poner al estudiante en el centro de su proceso de aprendizaje de manera de aumentar su motivación. En este sentido, el aprendizaje visible es una estrategia que permite generar un espacio positivo para el aprendizaje, además de mejorar las relaciones entre la comunidad escolar.

En la siguiente entrevista, Carolina Schnapp, speaker del IX Congreso Internacional de Educación, explica los beneficios de esta estrategia.

¿Cuáles son las principales estrategias para aplicar el Aprendizaje Visible?

Para aplicar aprendizaje visible es importante tener una mentalidad curiosa, queremos saber cómo están pensando las y los estudiantes para poder tomar decisiones sobre nuestra práctica y tener un mejor impacto en sus aprendizajes.

Dentro del aprendizaje visible las rutinas de pensamiento como: “Veo, pienso, me pregunto” o “Antes pensaba, ahora pienso” serán el inicio para que luego las y los estudiantes puedan mostrar concretamente cómo están pensando. A partir de esta información, como profesoras y profesores debemos tomar decisiones y ejecutar acciones que tengan un impacto positivo y efectivo en los aprendizajes de nuestros estudiantes.

¿Cuáles son los beneficios concretos de aplicar el Aprendizaje Visible?

Aplicar el aprendizaje visible nos permite ver claramente cuáles son las estructuras mentales que nuestros estudiantes tienen y desde ahí poder guiarlos y acompañarlos, como también nos permite enseñar a las y los estudiantes diferentes estructuras de pensamiento que les permitirán entender mejor el mundo que les rodea y hacer frente a diversos desafíos.

¿Cuál es la característica en común entre estas estrategias? ¿Existe una lógica común entre ellas?

Lo común entre las distintas estrategias de pensamiento visible es poder guiar a las y los estudiantes para que sean capaces de organizar su aprendizaje para que puedan acceder a él en el futuro de mejor forma. Los guiamos para que sean capaces de modificar su pensamiento a la luz de nueva información, que sean capaces de conectar con sus aprendizajes previos para construir desde ahí nuevas ideas y conexiones.

En definitiva, el aprendizaje visible busca que tengamos representaciones visuales sobre las cuales podamos tener conversaciones con las y los estudiantes y desde ahí poder acompañarlos en su proceso y que puedan lograr una mejor metacognición.

¿Existe alguna edad en específico desde la cual debamos desarrollar el Aprendizaje Visible? ¿Hay estrategias específicas para las distintas edades?

Es importante desde muy temprana edad ayudar a estudiantes a usar distintas estrategias de pensamiento visible para apoyar en el desarrollo de su aprendizaje y por lo tanto de su identidad. Si es que somos capaces de mostrarles formas muy concretas para explicar cosas que están pensando, esto les ayudará a comunicarse mejor y tener una relación más autónoma con el conocimiento.

Más que estrategias concretas para cada una de las edades está en la complejidad del uso de estas estrategias y cuanto andamiaje necesitan las y los estudiantes para usar las distintas estrategias. Si las introducimos desde una edad temprana, estas serán más naturales para los estudiantes y los ayudaremos a organizar de forma más efectiva el nuevo aprendizaje que van adquiriendo durante su vida.